"Una bala feliz.
La cura para un corazón triste."
Fue lo último que oíste de mí,
después supiste que tomé
una mala decisión
y atravesé mi pecho
mandándome derecho a la tumba.
Ya no hay depresión,
ya no hay agonía,
sólo la soledad que retumba
como el sonido del disparo
que me hizo caer en letanía.