miércoles, 8 de junio de 2011

Escúchame, Laura.


Escúchame, querida Laura
a ti te rodea un aura
de vida y fantasía
y hoy es en su honor
esta humilde poesía
con la que el escritor
plasma su agonía
y también relata su dolor.

Aunque a veces
el sufrimiento me mata
tú plantas los cimientos
de lo que podría ser
mi futura salvación.

¡Bendita tú! Mujer,
me llenaste el corazón
con tu amor y tu querer.

Ahora cumplo el menester
de saldar la deuda,
pues te debo demasiado
por que tú me has salvado.