Nunca te fíes de un escritor,
es tanto su afán por olvidar su dolor
que se vuelve un mentiroso
al disfrazar su sufrimiento de algo muy hermoso.
Ésto no es un invento, es la triste realidad,
si aquí te hablé con la verdad
es porque es muy doloroso
el sufrir y tener que disimular.
Yo no escribo por amor, es por desahogo,
pues en realidad quiero decir que me siento muy solo.
Mi inspiración no viene de la belleza de ciertas mujeres,
viene de mi sufrimiento y todas aquellas esperanzas muertas.
Si me vieres a los ojos entenderías lo que relato
y entenderías que yo, con cada verso me mato,
pues escribir poesía es un suicidio
que cometo cada noche porque nadie lo impidió.
Escribir es un derroche de suspiros
y de tanto repetirlo te puedes morir
y ni siquiera sentirlo,
pues cada uno de éstos representa un trozo
de nuestros caminos al que renunciamos
cuando sentimos que ya no aguantamos.
Ahora que lo sabes, ¡nunca escribas!
Mejor encuentra tu cabida y las claves de la vida
para que no tengas que suicidarte todos los días
con obras de arte que representan tu agonía.
Y si crees que te mentiría
sólo mira éstas, las mías. Encontrarás tanto dolor.
Ya por último, sólo recuerda: Nunca te fíes de un escritor...
