La ventana del alma

Si los ojos son la ventana del alma,

ten calma, no querrás mirarme fijamente.

Rápidamente te darás cuenta

del estado deprimente que mi mente enfrenta.

Notarás que por dentro estoy agonizando

y que la dura depresión 

a mi mente está cazando.

Es imposible evitar toda la tensión 

por la que ahora estoy cruzando.

Todo ésto, es la más horrible sensación.

Mientras tú, este verso estás recitando

la agonía a mi corazón está marchitando.

Fiel compañera

Siempre que me siento solo y abandonado

esta usted, incondicionalmente a mi lado.

Ayuda a mi mente a reparar lo que la sociedad ha destrozado.

Nunca antes me había sentido tan acompañado,

no antes de haberla inhalado.

 Usted, noble dama, de haberla conocido estoy encantado

y de su fina caricia he quedado enamorado.

Con su dulce aroma me ha hechizado

y ahora a sus pies estoy encadenado.

Pues desde que estoy con usted a mi voluntad he renunciado

y por un momento más con usted, de todo me he separado.

Sólo esto...

Sé que no es mucho para agradecerte,

pero mi poesía es lo único con lo que puedo pagarte.

Mediante las palabras de este pensamiento inerte

expresaré mi más sincero arte.

Nunca pensé que como a una hermana llegaría a quererte

y ahora te lo expreso con un verso que voy a dedicarte.

En él, no mencionaré tu nombre,

mas sin embargo, cuando lo leas sabrás cuanto llegué a estimarte.

Espero no ser un impertinente

y, que algún día, me dejes estrecharte de la mano.

Soy como pocos, un humano consciente

que cuida de sus amigos

y más aún cuando me encuentro contigo.

Para mi madre...

Necesito a alguien con quien conversar,

no puedo soportar la fría soledad.

Te suplico, mente ten piedad

y para ya de torturar.

No me puedo desahogar,

pues las lágrimas no las puedo derramar;

los hombres tienen prohibido llorar.

Necesito tanto un abrazo de cariño,

soy como un niño sin su mamá.

Y después de tanto, yo me pregunto

si mi mamá aún me ama.

Ojalá que sí, ella borraría

todo el dolor que tengo adjunto.

Espero que algún día

logre perdonarme por haberla abandonado,

pero quiero que sepa que no la he olvidado.

Algún día, ella volvera a estrecharme

y hacerme de nuevo feliz,

con el calor que solo ella puede darme.

Estoy preparado

Mi Patria me pide mi sangre,

tiene hambre de buenos soldados.

Somos pocos los que acudiremos a su llamado

y por ella, estamos dispuestos a ser sacrificados.

Para eso somos educados, para eso somos entrenados,

ha llegado el momento de dejar los temores de lado.

Estoy seguro que la realidad será compuesta por horror

pero mi Patria me ha prometido mi sepulcro de honor.

Como un héroe seré recordado,

como un valiente patriota seré venerado.

Patria querida, por ti quiero sentirme bien amado,

y por eso para la muerte me he preparado.