En mi interior

Muchas cabezas decapitadas,
muchas extremidades mutiladas
y todas las paredes ensangrentadas.
Ésa es la imagen de mi mente condenada,
está grabada como un tatuaje en mi cerebro
y mientras transito por este oscuro pasaje
admito que mi futuro se torna negro,
justo como el color de este jodido paisaje.

Ya hablé de la imagen, ahora siguen las voces,
primero aclaro que con ésto no pretendo que goces
sólo quiero encontrar en la escritura el amparo
que necesito para salir de esta dura situación.

Ellas, las voces de mi cabeza
me provocan un mar de maleza
pues son ellas las que me aconsejan
sobre que escribir mis poemas
y también son ellas las que me dicen
como actuar cuando tengo problemas,
por lo que gracias a ellas nunca permito que nadie me pise
así que, ¡va por ustedes mi humilde escrito!

Cuando necesito compañía
todos ellos están noche y día, cuidándome
y desde mi interior preparándome
para luchar contra el horror del mundo exterior.

Grabado en una roca

Lo que siento por ti es tan puro
que como S.N.I.P.E.R. lo dejo grabado en una roca,
es tan fuerte lo que te cuento en mi creación
porque eres tú mi fuente de inspiración.

Cuelgo ésto en el muro de los deseos
y aunque lo aquí escrito es por un ateo
le rezo a un dios por tener un futuro nosotros dos.
Creo que si existiera haría caso omiso
pues incluso Él caería sumiso ante el poder de tu sonrisa
y es que tienes un semblante tan perfecto
que por su efecto puedo ver estrellas
y también sentir la brisa del mar.

Tú pasas directo por mi corazón
a la par que me atropellas la razón
con tu bella mirada
así que, mírame, sonríe y después no digas nada.

Te fuiste

¿Acaso no ves? Me siento pues, muy triste
y es que tú te fuiste y no te despediste.
Ojalá no te enteres del daño que me hiciste
pues tú me dijiste que éramos amigos
por lo que yo tenía la esperanza de estar contigo
hasta que el látigo de la vida dejara de doler
pero tu partida fue el castigo que cortó más que una lanza.

Ahora usa la poca templanza que me queda
para crear un verso que tal vez pueda llegar a tu corazón
así como tú llegaste al mío y me llenaste de inspiración
acabando además con el vacío que me nublaba la razón.

Sangre, horror, dolor y muerte.

Sangre, horror, dolor y muerte.
Ése es el mensaje
de este paisaje inerte.

Es un cuadro tan triste
y tan macabro ese que viste.

"¿Cómo pudiste llegar a tanto?"
Pregunta Dios con un rostro de espanto,
"¡Te has convertido en un monstruo!"

"Te supliqué tanto", fue mi respuesta.
"Nunca acudiste y ahora la sombra
me ha hundido en la penumbra.
Ya me perdiste".

Ése fue el precio de su apuesta con Satanás,
ahora jamás volverás a ver
a aquél muchacho que un día conociste.