jueves, 17 de marzo de 2011

Me despido


Ésta será mi despedida,
pronto encontraré ya mi salida.
Me siento ya tan cansado
que sólo pienso en ser enterrado.

Estoy cada vez más viejo, fatigado y sin ilusiones
que mis constantes depresiones me dejan perplejo
justo en ese instante
en el que se supone que debo salir adelante.

Ya desde hace mucho lo presentía
pero no me atrevía a aceptarlo.
¿Quién diría que por negarlo
me hundiría en un gran letargo?

Hoy me estoy despidiendo,
pues siento que estoy muriendo.
Es sólo cuestión de tiempo
el que yo desaparezca con el viento.

¡Oh! Cómo anhelo ese momento,
el de dejar de existir
para ya nunca volver a sufrir. 

Mi corazón


Mi corazón es frío como un invierno
pero por dentro arde como el propio infierno.
Mi motivo de inspiración es poco tierno
y mis momentos de depresión los registro en mi cuaderno.

Cada una de mis poesías
representa uno de mis momentos de agonía.
Jamás pensé que la vida pesaría tanto
y mucho menos que mi historia tendría un final de espanto.

Dentro de poco acudiré a la convocatoria de la muerte
y, aunque mi cuerpo quedará inerte
mi mente podrá pasar a la gloria
por los hermosos relatos que que pudo crear.

Ésto no es algo nato, 
es algo que tuve que aprender.

A veces, del a misma vida me tengo que defender
aunque a veces mi herida me ha hecho retroceder,
siempre me he levantado después de caer
y te lo demuestro con el verso que acabas de leer.

Todo terminó


Esta poesía es para los que se levantan con ganas de acostarse,
para todos ellos, lo mejor es suicidarse
y de una vez olvidarse
de su tormentosa agonía.

La horrorosa historia de este poeta, aunque suene a fantasía
es toda la verdad.
Un hombre que con su gloriosa inspiración
le hizo frente a su aflicción.

Lucho valientemente por conseguir su felicidad
y mucho soporto la crueldad de la vida.
Pero también es realidad que desde pequeño concibió una profunda herida
que destruyó todos sus sueños
y lo hizo sucumbir ante el asedio de la tristeza,
su cabeza cedió ante tanta maleza. 

Lo único que le queda después de escribir
es morir, ya ha sido profetizado.
Con esto último que te voy a decir todo habrá terminado:
"El Sr. Navarro ha sido derrotado."