jueves, 11 de octubre de 2012

¡Oh Fabiola!


¡Oh Fabiola!
Tú sola controlas
mi inspiración.

Provocas que exhale 
fumarolas volcánicas
cuando de mi boca
sale tu nombre.
No puedo evitarlo,
así es la mecánica del corazón.

Una vez intenté analizarlo
y llegué a la conclusión
de que es imposible asimilarlo.
Soy un hombre que vive bajo tu hechizo
y que te hizo un verso
para que todas las estrellas,
alrededor del universo
fueran testigos
de cuan bello sería estar contigo.