sábado, 19 de mayo de 2012

¿Sabes cuál fue mi sorpresa?

¿Sabes cuál fue mi sorpresa?
Que le explotó la cabeza.
Al leer mis poemas
recordó sus problemas juntos.
Ahora es sólo un difunto
y yo me unto en el rostro sus sesos
para recordar tan grandioso suceso.

No resistió la presión
del hardcore C.E.R.D.O.
y se vistió de cadáver.
Aún recuerdo su reacción,
tenía una mirada de horror
y habrá que ver
la sensación de su mujer
cuando vea la cabeza desparramada
de su amada pareja.

Ahora está muerto,
y yo estoy muerto de risa,
fue genial la brisa de sangre
que salpicó mi cara
que me dio una sensación
bastante rara de hambre.

Creo que usaré sus piernas y brazos
para ponerle implantes
a ese pedazo de carne
que lucra con su situación,
con la religión,
y con la ceguera de muchas personas
Es un maldito farsante.

En cuanto a nuestro lector,
creo que le haré un favor.
Le vamos a conceder su funeral
con rezos y todo.
Ni modo, así lo quería el subnormal.

Ahora sé que mi poesía es peligrosa,
pues mata y de eso se trata.
Nunca pretendí que fuese hermosa,
ni nada parecido.

Que acabe con esos borregos
cuyos egos están por las nubes.
Ojalá supiesen la satisfacción
que me dio causar su defunción.

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